
Así como hay diferentes tipos de sangre, también hay diferentes tipos de proposiciones para los sermones. Lloyd Perry menciona tres en su libro Bíblical Sermon Guide. El conocimiento de estos tres tipo (deber, capacidad y evaluación) nos ayuda a hallar la proposición más adecuada al título del sermón. Nadie daría a una persona que tiene sangre tipo "O" una transfusión de sangre "A", "B" o "AB", pues o sonn compatibles co nel tipo "O". Es importante hallar la proposición que se ajuste al título, porque esto mantiene su sermón homiléticamente bien fundado. Veamos estos tres tipos de proposiciones.
LA PROPOSICIÓN QUE INDICA DEBER
Este tipo de proposición presenta un deber que proviene del título. Entendemos por "deber" una obligación, responsabilidad o exigencia moral. Lo opuesto al deber sería la "falta de respeto" y algunas veces la "desobediencia". Generalmente, las afirmaciones que señalan deber no son del tipo que una persona pueda desoír impunemente. Con frecuencia, el deber lleva consigo un mandato divino.
Veamos por ejemplo la proposición "Todo creyente necesita orar", es una proposición de deber. Otra sería a que dice: "Es necesario nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios." "Todos los creyentes debemos diezmar" es también una proposición de deber. Observe que se ha usado "debemos" en vez de "necesitamos" en el ejemplo sobre el diezmo. Esto da variedad a la preparación del sermón. "Deber" también lleva en sí la idea de "obligación moral, responsabilidad, exigencia". Por lo tanto, utilizamos estos verbos (necesitar o deber) con las proposiciones que hemos llamado "de deber".
Existen además otras maneras de lograr variedad al presentar una proposición de deber. En vez de "necesitar" o "deber", puede decir también "tenemos la obligación de", o "es necesario". Se presentan a continuación una lisa de proposiciones de deber acerca del tema "¿Por qué diezmar?"
- Los creyentes debemos diezmar.
- Los creyentes tenemos que diezmar.
- Los creyentes estamos obligados a diezmar.
- Es necesario que los creyentes diezmen.
- Diezmar es nuestro deber como creyentes.
Use una proposición de deber con los títulos que utilicen POR QUÉ y aquellos en los que se sobreentienda que se pregunta POR QUÉ (aunque no se manifieste directamente.
Pensemos en los temas que se ajustan a una proposición de deber. En un sermón, "por qué" tiene que ver con algo que una persona debe hacer o tiene la obligación de hacer. El título "Por qué es esencial nacer de nuevo" (Juan 3:1-5) utiliza una proposición de deber: "Todos tenemos que nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios." El título "Por qué se debe perdonar a los demás" (Mateo 18:21-35) requiere una proposición de deber como: "Los reyentes estamos obligados a perdonar a los demás." El "Por qué" es mencionado directamente en estos títulos. La fórmula sería:
POR QUÉ = TENEMOS QUE, DEBEMOS, ES NUESTRO DEBER, ESTAMOS OBLIGADOS A, ES NECESARIO.
Hay títulos en los cuales "por qué" no se usa directamente, pero se da por sobreentendido. Digamos que está "implícito". He aquí un título en el cual el porqué está implícito: "Las razones para perdonar a los demás". La pregunta "por qué" está implícita en la palabra clave del título, que s "razones" (por las cuales). El título " Las razones para perdonar a los demás" también requiere una proposición de deber. Esta se podría formular así: "Los creyentes debemos perdonar a los demás." Es una declaración breve, pero es muy poderosa. Observe que cada punto principal deberá ser una RAZÓN por la cual los oyentes tenemos que perdonar a los demás.
Veamos otro título más en el cual está sobreentendida la pregunta "por qué": "La necesidad de perdonar a los demás". "Por qué" queda sobreentendido cuando se dice que algo es una necesidad. ¿Por qué es necesario perdonar a los demás? Porque es nuestro deber cristiano. El título "La necesidad de perdonar a los demás" también requiere una proposición de deber. La podríamos formular de esta manera: "Los creyentes tenemos la obligación de perdonar a los demás." Ahora la fórmula sería:
LA NECESIDAD DE = TENEMOS QUE, TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE, DEBEMOS, ESTAMOS OBLIGADOS A.
Las palabras "razones" y "necesidad de" son las formas principales en las que la pregunta "por qué" se presenta de manera implícita en un título.
Para comentar: La proposición "Tenemos que superar los celos" ¿es apropiada para el título "¿Por qué se deben superar los celos? La proposición "Todo creyente debe esperar pruebas en su vida" es apropiado para el titulo "¿Por qué pasamos por pruebas? La proposición "Todo creyente debe esperar pruebas en su vida" es adecuada para el título "Razones para estar agradecido". La proposición "Los creyentes tenemos la obligación de dar testimonio" es apropiada para el título "La necesidad de dar testimonio". Si alguna no correspondiera, ¿cuál sería la correcta proposición?