[la conclusión] [tipos de conclusión] [continuación]


2. LA CONCLUSIÓN TIPO RESUMEN. Es posible que este tipo de conclusión sea el más usado. En realidad, es el más fácil de preparar. Consiste en volver a presentar los puntos principales del sermón para que los oyentes vean la idea general: la proposición y su desarrollo en los puntos principales.

Podríamos afirmar que es fácil, pero en cambio no logra mucho en cuanto a impulsar al oyente a actuar. ¿Acaso no es hacer que actuemos de acuerdo con las metas del sermón uno de los propósitos de ser de la conclusión? Ese es el problema al que nos enfrentamos con la conclusión tipo resumen.

"La conclusión tiene que ser diferente a los resúmenes, porque el resumen se dirige a la mente, mientras que la conclusión se dirige a la voluntad; es decir, pone toda la personalidad en acción. Por tanto, si el sermón requiere algún tipo de recapitulación, hágala, y a continuación diga algo que lleve a los creyentes a actuar. Nunca termine con un resumen que sólo mire hacia atrás" Andrew Blackwood.

Lo que debe suceder en una conclusión es que las personas se sientan motivadas a actuar. ¿Hay alguna manera de reforzar la conclusión tipo resumen para que obre de esta manera? Sí, creo que hay una manera. A medida que vaya presentando de nuevo cada uno de los puntos principales, use la verdad que contiene para hacer que sus oyentes pongan en práctica la meta del sermón.

Veamos un ejemplo. Estos son los puntos principales del sermón"Cómo obra la tentación", usando Santiago 1:13-15. I) La tentación obra a través de los deseos; II) La tentación obra por medio de un cebo; III) La tentación obra a través de la voluntad. Ahora, antes de usar la conclusión tipo resumen, necesitamos declarar la meta del sermón. He aquí una (aunque se pueden usar otras): La próxima vez que se enfrente con una tentación, dígase: "Declaro derrotada esta tentación por un acto de mi voluntad. No tengo por qué pecar; por tanto decido no pecar. Me mantengo en victoria gracias a Cristo."

Me mantengo en victoria... Así será con toda seguridad. Recuerde que la tentación obra a través de los deseos, pero es su voluntad la que decide. Por lo tanto, diga :"Declaro derrotada esta tentacíón por un acto de mi voluntad. No tengo por qué pecar; por lo tanto, decido no pecar." Recuerde además que la tentación se nos presenta como un cebo para atraernos, pero ese cebo no nos puede derrotar. Su voluntad sigue siendo la que tiene dominio de la situación. Diga de nuevo: "Declaro derrotada esta tentación por un acto de mi voluntad. No tengo por qué pecar; por tanto, decido no pecar." Por último, usted sabe que la tentación obra a través de su voluntad. Trata de hacer que su voluntad diga "si". Pero en Cristo somos más que vencedores. Venza la tentación con estas palabras: "Declaro derrotada esta tentación por un acto de mi voluntad. No tengo por qué pecar; por lo tanto, decido no pecar." Hágase este propósito en el corazón en este mismo instante. ¡La manera de dar muerte a la tentación es utilizar la espada de su voluntad! (Una oración final poderosa).

Vuelvo a pedirles que asimilen y mediten esta nueva etapa en una conclusión, y nos vemos en la próxima entrega. Dios esté con todos los que aman su Palabra.

[la conclusión] [tipos de conclusiones]


  1. Una declaración objetiva.
  2. Una conclusión de algún tipo.
  3. Una poderosa oración final.
Estas son las únicas tres partes de una conclusión. Veamos ahora los tipos de conclusiones posibles en los sermones, con ejemplos de todos ellos.

1. UNA APELACIÓN DIRECTA. Con la apelación directa presentamos la meta del sermón de manera directa a todas las personas que nos escuchan. Algo directo es algo personal. Haga que cada una de esas personas sienta que usted le está hablando a ella, y no a otra persona. Hable en segunda persona singular ("usted" o "tu") cuando haga su llamado o apelación. Además, manténgalo dentro de un ambiente personal, empleando oraciones como : "Tómela decisión ahora mismo..." Aquí se ve que estamos hablando a la persona de manera directa. Con nuestra apelación directa la estamos llevando a enfrentarse con la necesidad de actuar personalmente.

Recuerde que la meta de toda predicación es lograr una respuesta en el oyente; impulsarlo a actuar. Sabemos que no se predica la Palabra de Dios sólo para dar información, sino que la meta es la transformación de la vida. La bendición está en la respuesta, en que hagamos algo. Por lo tanto, formule una apelación directa a la persona. Haga que se enfrente con lo que usted espera que suceda como consecuencia de su sermón.

Veamos un ejemplo de apelación directa. Veamos Mateo 7:7-11. y el título "Los motivos para orar". podemos trabajar con esta meta para nuestro sermón: Que los creyentes se comprometan a orar por lo menos quince minutos diarios. Note que se está hablando de una acción concreta; al menos quince minutos diarios. No es algo tan vago como decir que "los creyentes tienen que ser fieles y orar."

Terminamos con una apelación directa: Usted necesita hacer de la oración una parte integral de su vida diaria, tal como lo hace con la alimentación de su cuerpo. Su vida cristiana comenzó con una oración, y no podrá avanzar sin ella. Tome esta decisión: dedique por lo menos quince minutos diarios a la oración. Sí, un cuarto de hora por cada veinticuatro. Este es el momento de tomar la decisión. decidase a orar; de no hacerlo, algún día podría decir: "He descuidado las cosas celestiales al permitir que las terrenales las echaran a un lado." (Una oración final poderosa).

Asimilen bien esta parte, y nos vemos en la siguiente entrega. Dios les guarde y dé sabiduría para seguir adelante en el camino de la predicación.

[la conclusión]


Algunos consideran la conclusión la parte más importante del sermón aparte del texto. Su importancia está en sus propósitos. Este ocupa un 10% del tiempo total del sermón, y aunque es breve, su objetivo es muy importante. Veamos cuales son sus propósitos:
  1. Presentar la meta del sermón, y
  2. Motivar a las personas a responder a esa meta.
Si el sermón falla en este punto, habrá fracasado y perdido su propósito. Por lo tanto, dedique tiempo a la preparación de su conclusión.

Los elementos principales de la conclusión son:
  1. La meta del sermón, y
  2. Una conclusión que se ajuste a uno de los tipos de conclusión (veremos más adelante estos tipos).
La meta del sermón presenta estas preguntas: ¿Por qué estoy predicando este sermón? ¿Qué debe hacer una persona después de escuchar el sermón? ¿De qué forma cambiaría este sermón algún aspecto de la vida de los oyentes? Todas estas preguntas se relacionan con la meta de su mensaje. La meta del sermón expresa la respuesta activa que el sermón desea producir. Es así que la meta y la acción deben estar juntas.

La predicación tiene como propósito hacer algo para lograr una respuesta de parte de los oyentes. El predicador no debe permitir olvidar que de principio a fin, lo que busca en los oyentes es un veredicto, un compromiso, una decisión, una acción. Esta decisión, esta acción, se pone en evidencia en la meta del sermón.

¿Cuál será la meta correcta para un sermón cuya propuesta fuera la siguientes: Todo creyente tiene la capacidad para testificar a los inconversos? Formúlese la pregunta ¿Por qué estoy predicando este sermón? La respuesta lógica sería: Para hacer que los creyentes testifiquen. Es así que debe utilizar para su sermón una meta como la que sigue: Lograr que los creyentes testifiquen por lo menos a una persona esta semana. Puesto que son las metas específicas las que logran mayores resultados, sea lo más específico posible.

La meta del sermón va incluida en la primera de las partes fundamentales de la conclusión, la "declaración objetiva". para formar una exposición objetiva se necesitan cuatro elementos:
  1. Oración de transición.
  2. La propuesta del sermón (Proposición).
  3. Una palabra (o frase) de transición.
  4. La meta del sermón.
Veamos el siguiente ejemplo para el el título "Por qué es necesaria la oración"

DECLARACIÓN OBJETIVA = Contemplemos ahora la luz que nos proporciona Mateo 7:7-11 (oración de transición). todo creyente debe orar (propuesta del sermón o proposición). Por tanto (frase de transición) necesitamos disponer dentro de nuestro día de un momento para encontrarnos con el Señor al menos durante quince minutos (la meta del sermón).

Para terminar, algunos ejemplos de oraciones de transición que se pueden usar en el paso hacia la conclusión:
  1. Y ahora se destaca ante nosotros la gran verdad que encierra este pasaje.
  2. Veamos ahora la luz que nos proporciona.
  3. En ese pasaje hay una gran realidad que es eterna.
  4. Durante toda esta reunión una gran verdad ha estado presente.
  5. ¿Qué nos está tocando el corazón en este momento?
  6. Nos hallamos de nuevo ante esta verdad, y ahora debemos actuar.
  7. Por tanto, este es el mensaje que persiste...
  8. Tengamos en cuenta que: Conocerá la verdad, y la verdad lo hará libre.
  9. Ha llegado el momento de responder a esta pregunta: "¿Qué voy a hacer con lo que he recibido de este sermón?"
Hasta la siguiente entrega, Dios les bendiga a todos.

[la introducción] [completando los pasos]


2. LOS EJEMPLOS PARA LA ORACIÓN GUÍA

Este es el segundo paso en la formulación de la introducción al sermón. Los ejemplos de la oración guía son tomados de la vida diaria y eso es lo que los hace interesantes. Nuestros oyentes vienen ya con interés en las cosas de la vida diaria; en los descubrimientos científicos, el matrimonio, la educación, el deporte, la familia, la salud, los sucesos mundiales... Las personas tienen interés en estos temas, y vienen con ese interés. Los ejemplos no hacen más que activar esos intereses "preprogramados".

Pensemos en lo que hacía Billy Graham. Utilizó acontecimientos mundiales para comenzar algunos de sus sermones. Se ubica donde están las personas, donde se hallan sus intereses, y utilizaba estos intereses en su sermón. Es un punto de contacto "prefabricado". Puesto que los intereses de las personas se hallan centrados en las cosas de la vida diaria, no debemos pasarlas por alto en nuestra introducción. Con todo, recordemos esto: los ejemplos que usemos no debemos darlos con todo detalle; todos ellos sólo deben durar unos pocos minutos.

3. LA EXPLICACIÓN DEL SERMÓN.

La oración guía lleva los intereses de las personas desde los ejemplos tomados de la vida diaria hasta el aspecto bíblico del sermón. Al hacerlo, utilizamos una palabra o frase de transición, como "así también", "entonces", "por supuesto", "igualmente". De esta forma, la expoliación del sermón prepara a las personas para la proposición (o propuesta) del sermón.

Veamos un ejemplo de la explicación del sermón para el título "Por qué es necesaria la oración": "Así también, en nuestra vida espiritual hay algunas cosas que son necesarias." La explicación del sermón para el título "Cómo orar con eficacia" sería: "Entonces, en nuestra vida cristiana también hay maneras de hacer las cosas con eficacia." Finalmente, la expoliación del sermón para el título "Las condiciones para un avivamiento" sería: "Por supuesto, en nuestra vida cristiana tenemos que cumplir ciertas condiciones para que sucedan algunas cosas."

4. LA PROPOSICIÓN DEL SERMÓN.

Además de la oración guía, sus ejemplos y la explicación el sermón, se necesita una proposición. Estas son las cuatro partes, los cuatro pasos en la introducción de un sermón. La proposición es la verdad central del sermón. Las personas necesitan oírla durante el comienzo del sermón puesto que las va a poner en el mismo camino que tomará el sermón al recorrer el texto bíblico.

Un ejemplo de proposición de deber sería "Todo creyente tiene que orar." Una proposición de capacidad sería: "Todo creyente puede orara con eficacia." Una proposición de evaluación sería "La oración es provechosa."

A menos que tengan problemas con la proposición, y es decir, que alguien pregunte expresamente (y ya lo hizo alguien anteriormente), sobre la proposición, la explicaré con más detalle. Por lo pronto llego hasta aquí con esta entrega. Dios les bendiga, y esperen la próxima entrega con la conclusión del sermón.

[la introducción] [la oración guía]


La oración guía es la primera oración en la introducción del sermón. Lo que habitualmente se hace es leer el pasaje, decir el título de la predicación y después se pasa a la oración guía. Es importante, pues capta el interés de los oyentes y los guía hacia el título central de sermón. Entonces, ¿cómo se obtiene la idea para l oración guía? Se obtiene del título del sermón.

Vea primero el título de su sermón para encontrar la idea clave. Si el título es : Por qué es necesario el arrepentimiento", su idea clave es "necesario"; hay algo que es necesario. Si el título es "Venciendo las preocupaciones", su idea clave es "vencer"; hay algo que es necesario. Si el título es: "Resultados de la oración", ¿cuál es su idea clave? "Resultado", que es la idea clave para la oración guía.

Ponga la idea clave de un título en una declaración sobre la vida diaria, y obtendrá una oración guía. Veremos a continuación algunos títulos con sus oraciones guía correspondientes.
  • TÍTULO: Por qué es único el nacimiento de Cristo (Mateo 1:18-25.
  • ORACIÓN GUÍA: En la vida hay algunas cosas que son únicas (las huellas digitales).
  • TÍTULO: La necesidad del arrepentimiento (Mateo 3:1-12).
  • ORACIÓN GUÍA: En la vida hay algunas cosas que son necesarias (la licencia para conducir un automóvil).
  • TÍTULO: Cómo superar las preocupaciones (Mateo 6:25-34).
  • ORACIÓN GUÍA: La humanidad ha hallado dos formas de superar los problemas de la vida (algunas enfermedades).
  • TÍTULO: Los resultados de la oración (Mateo 7:1-11).
  • ORACIÓN GUÍA: Podemos estar seguros de que algunas de las cosas que hacemos obtienen resultados (plantar un sembradío de legumbres).
Hasta aquí con este paso, la próxima entrega serán sobre los tres restantes. Hasta pronto, Dios les bendiga.

[la introducción]


Qué buena introducción sería esta. Cuanto me gustaría darles la bienvenida a este nuevo año con algo así como la foto, pero, sólo les puedo desear un feliz y próspero año 2009, y que la paz de Dios esté en sus corazones por siempre.

Cómo le da la bienvenida a sus oyentes, cómo los introduce al tema que predicará y es capaz de llamar su atención de tal manera que están espectantes y ansiosos de escuchar el mensaje que Dios le ha encomendado brindarles.

Imagínese, la oración inicial ha pasado, los cantos de alabanza fueron majestuosos y motivadores, la adoración ha llevado al clímax espiritual a la congregación, y en este momento es introducido el predicador del momento: "Usted". Ahora si, comienza el sermón... ¿cómo comenzamos? Excelente, si no lo sabe, es el momento de averiguarlo.

El propósito de la introducción, desde que empezamos a predicar es que los oyentes se identifiquen con el sermón. La manera de involucrarlos es interesándolos con el título del sermón, pues establece la dirección que tomará el pensamiento a lo largo del texto bíblico. Si logramos que los pensamientos de los oyentes se muevan en esa dirección, su interés acompañará a sus pensamientos. Cuando hacemos una buena introducción, el oyente pensará: "Esto me interesa; quiero seguir escuchando este sermón." cuando una persona toma interés, escucha mucho más.

La introducción debe dedicarse a lograr que las personas se interesen en el sermón desde su principio. No empiece con detalles técnicos sobre el pasaje, como los antecedentes históricos o geográficos. Si lo hace, notará que disminuye el interés de sus oyentes. Los sermones no deben empezar como si fueran conferencias.

Otra cosa a evitar. Por ejemplo, algunos sermones empiezan con un relato interesante, pero ese relato no tienen nada que ver con el título del sermón. Si el título va por un lado y el relato por otro, esto desvía del título a los oyentes. Por interesante que sea, ese relato va a desorientarlos. Cuando es posible planificar una introducción interesante que le sea útil al sermón, hágalo, le mostraré cómo.

Hay varias maneras de formular una introducción. Pero, ante todo, ¿cómo puede saber si va a cumplir con su objetivo? Revisemos a continuación los propósitos que debe de cumplir la introducción:
  1. Tiene que captar el interés de los oyentes en el título del sermón.
  2. Debe anunciar la propuesta del sermón.
Debe lograr lo anterior en un tiempo entre cuatro a cinco minutos. Por regla general, la introducción debe de contener entre el 10 y 15% del tiempo del sermón. A continuación veremos los pasos para formular una introducción, no sin antes contestar una interrogante que podría estar en sus mentes: ¿por qué hacer la introducción al final? Excelente pregunta, la misma que me formulé al iniciar mis pasos en la predicación. Se hace al final porque es hasta este momento cuando contamos con todos los elementos necesarios para elaborarla. Ya tenemos los puntos principales, ya tenemos el desarrollo con los subpuntos, y sabemos exactamente de qué vamos a hablar. ¿Habrá un mejor momento para la introducción en los pasos para desarrollar nuestro bosquejo?

Se proponen por lo menos cuatro pasos para desarrollar una introducción que cumpla los propósitos antes mencionados:
  1. La oración guía. La primera oración, semejante al "titular" en un periódico o una revista.
  2. Un ejemplo de la vida diaria relacionado con la idea de la oración guía. Otro ejemplo de la vida diaria relacionado con la idea de la oración guía.
  3. La explicación del sermón. Guía el interés de las personas desde los ejemplos de la vida diaria hasta el aspecto bíblico del sermón.
  4. La propuesta del sermón (algunos lo llaman proposición). Presentamos a los oyentes la idea central del sermón.
En la próxima entrega desglosaré cada uno de los numerales anteriores, hasta la próxima, Dios les bendiga y guarde en este nuevo año, y espero estar con ustedes por muchos años.