[los oyentes - 2da parte]


Habiéndoles dejado en la entrega anterior con el mensaje de Mateo, capítulo 13, versículos 18 al 23. Entonces, iniciamos tomando los elementos principales de esta porción, y que deglosamos en la primera parte de este tema de los oyentes.

Mateo 13:18-23. "18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno." (VRV60).

En el primer grupo de oyentes mencionados en el verso 19, que corresponden a los que oyen pero no entienden, nos tiene que poner a pensar uno de los retos más grandes a vencer en la comunicación del mensaje de Dios. En lo personal, tengo un dicho que aprendí hace algunos años, y es que cuando predico, y trato de explicar un concepto, doctrina o un punto importante del sermón, siendo de vital importancia el que sea comprendido, casi siempre pregunto al final si "me he dado a explicar", y no pregunto si "han entendido". Me deja la impresión que la segunda afirmación es porque son una especie de tontos que no entienden aunque se les diga. Y lo que de verdad cuenta es cómo lo comunicamos, no sólo el hecho de abrir la boca y decirlo.

Muchos grupos, como lo expliqué en la primera entrega del tema, tienen problemas serios para entender conceptos, los niños son un tipo especial de oyentes, y no por deficiencias, sino que los factores que intervienen en su aprendizaje y recibimiento de un mensaje, son parte de los colores, tiempo de exposición, y el interés que ellos tengan. Yo admiro a los maestros de Escuelas dominicales, son unos magos para poder mantener su atención, entenderlos y tener la paciencia de enseñarles de acuerdo a su edad e intereses individuales.

Si tuviéramos un grupos de ciegos, creo que no sería tan fácil, pues para ellos poder leer, tendrían que tener la Biblia en Braile, o en audio. Esto es una limitante, que puede franquearse con alguien que esté dispuesto a llevar el mensaje, pasar tiempo con ellos hasta tener su confianza, y que esta sea delegada a una persona para que sea en verdad creída al ser escuchada.

Qué me dicen de los niños con problemas Down, quienes según los psicólogos, no pueden mentir, y cuando te dicen algo, es la verdad. Ellos aprenden de diversas formas, pero hay maestros en educación especial que están dedicados a enseñarles de maneras particulares. Diríamos lo mismo de los que padecen de parálisis cerebral, con sordera. Son oyentes que necesitan formas especiales para comprender el mensaje. ¿Ahora me explico cuando digo que hacer que entiendan el mensaje no es sólo abrir la boca y soltarlo? Excelente, podemos continuar entonces.

El siguiente problema en cuanto a entender el mensaje de Dios, es que los contextos culturales y geográficos son barreras que tenemos que achicar para poderlas saltar. ¿De qué estoy hablando? En mi país aun hay campesinos, personas que trabajan la tierra igual que sus padres y abuelos, y antepasados. Jesús siempre se adaptó a los oyentes, utilizando especialmente figuras e ilustraciones que ellos podían ver todos los días, y sacar profundas enseñanzas de Dios para poder aplicarlas. Así a un fontanero, le hablaría de agua dura y blanda, de chorros de plástico o de metal, de diámetros y largos, así como de cemento blanco y gris. Usaría lo necesario para poder transmitirle el mensaje, achicaría la barrera para poder saltarla. Esto deja algunas limitantes, pero que Dios se ha encargado de saltarlas por nosotros. Marcos Witt en su seminario sobre las 21 leyes incuestionables del liderazgo, al igual que en el libro del mismo título, menciona algo importante: La ley de la tapa. No podremos llegar más arriba de la tapa que nosotros nos pongamos. Así, si quiere hablar con los doctores, debe conocer su lenguaje, no necesariamente ser doctor. Si quiere predicar a millonarios, debe entender cómo piensan y hablan, para llevar un mensaje que comprendan.

Hasta aquí esta entrega sobre los oyentes, y nos falta bastante material. Espero sea de provecho, y les prometo que será más frecuentemente. Recuerden mencionar este blog a sus amigos y familia, a pastores y lideres, y a todo aquel que esté interesado en la predicación homilética. Bendiciones de Dios a todos ustedes. Hasta pronto.

Por cierto, necesito sus porciones bíblicas preferidas o de interés para ustedes. Les espero, aún hay tiempo. Gracias de antemano.

2 comentarios:

  1. en lo personal por la variedad de personas que visitan el grupo.. e tratado de apegar una historia.. de la vida real al texto para que asi sea la persona que sea.. se identifiquecon ese ejemplo...

    lo que mas me gusta es el recurso del video..
    porque da a oyente un parametro mas amplio de lo Dios quiere decir atraves de un texto Biblico..

    la semana pasada hablamos de
    Ezequiel 33:11 Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros caminos: ¿y por qué moriréis... ?

    comente la historia de unas familias que viajaron a unas montanas de paseo , pero uno de los hijos paquenos en un descuido se perdio en el bosque..

    el guarda bosque reunio las familias y se dividieron en grupos para poder encontrarlo mas rapido..

    el guardabosque logro ver una mancha a lo lejos, que estava serca del abismo..
    legrito para que no fuera a caer..

    el nino se paro y volvio a ver a tras..
    otra familia lo logro ver , ellos estaban mas serca y le gritaron vuelvete.. vuelvete...

    pero el pequeno asustado no sabia que hacer..las personas no querian salir corriendo a agarrarlo porque temian que el pequeno se asustara y saliera corriendo asi podria caer al abismo....

    pero llego su padre y les dijo calmense ... se arrodillo extendio sus brazos y lo llamo por su nombre...

    el pequeno entendio los gestos desu padre y escucho su llamado su nombre..
    sin tituviar corrio al encuentro de su padre...alejandose asi del peligro..

    creo que Dios nos da muchos medios que podemos utilizar para que en nuestro tiempo podamos hacernos entender y expresar mejor lo que Dios en su palabra nos quiere ensenar..

    espero que este ejemplo pueda ayudar o otros Hermanos..

    La paz de Dios este con ustedes..

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  2. Excelente Víctor, esa es la manera, y creo que ha entendido a cabalidad el concepto de adaptar el mensaje al oyente.

    Podría yo resumir la histora en una experiencia de la vida diaria también: De los tres caminos a oìr, el niño escuchó sólo uno para tomar la acción correcta (alejarse del peligro), pero fue la más familiar, la que había establecido una relación de amor y cariño... de la misma manera seremos escuchados por los demás cuando les demostremos que los amamos y apreciamos, y que estamos dispuestos a aceptarlos tal como son con el propósito de que Dios los transforme a lo que Él quiere que sean.

    Bendiciones.

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